Al principio se presentaba un día aburrido, sin nada que hacer, hasta que una chica me lo alegro. Aunque la razón por la cual habíamos quedado era más bien... ¿cuál es la palabra?... bueno, no se puede decir que fuera por razones desinteresadas. Resumiendo, hemos ido un poco por el centro, buscando unos guantes, pero nada, así que, finalmente, tras hacer un acuerdo con su madre, nos lleva a su casa, y los acontecimientos, aunque no estén ordenados, se pueden mencionar fácilmente: chica se hace la maleta, chico mira a chica; chica pone la mesa, chica no deja a chico ayudar; chico admira la habitación de chica; chico ayuda a chica a elegir vestido de noche; vemos Malditos bastardos... ah, si, y me he encontrado a Cristina en el ascensor, menuda casualidad... Mayormente, no han pasado muchas más cosas. Y aunque parezca una tontería, confieso que, si para estar otra tarde contigo, tengo que dejarte unos guantes, unos calcetines, un gorro, o un rolex de oro, lo haría sin pensármelo dos veces, pues estando a tu lado, da igual si me siento en el suelo o no meriendo o no hago nada, por que esas pequeñas cosas, no tienen importancia estando tú. ^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario