sábado, 4 de septiembre de 2010

Un viernes de película


Esta es la historia de un espartano, de un bebe gigante, de dos luchadores de sumo, de un templario, de buzz lighyear, de una prostituta, de Peter Pan, y cientos de criaturas extrañas y sorprendentes. ¿Que de qué estoy hablando? Pues de una ruta un tanto especial, una ruta de disfraces.

Decir antes que nada, que no hubiera disfrutado de esa gran noche si no hubiera sido por mi grupito de rollers, que gracias a ellos/as, esta semana he hecho la ruta del viernes y no la del jueves.

Antes, solamente había escuchado un par de comentarios sobre que se iba a ir disfrazado, pero no le di importancia. A medida que se acercaba la hora, podíamos ver la cantidad de gente que iba disfrazada y en patines. Había de todo. Nosotros cuatro destacábamos bastante entre la multitud. Se explicó que la ruta iba a ser distinta, algo como un paseo. A destacar de ese paseo, pues sin discusión, el chico que iba disfrazado de puta. Que grande. Iba por la calle saludando a todo el que se encontraba. Yo y mi compañero, Kanario, no dudamos en ir detrás de el para poder reírnos de todo lo que hacía.

El primer destino era el ayuntamiento, donde estuvimos unos diez minutos hablando y haciendo el vago. Pero luego fuimos a la plaza de la virgen, en donde esperaba lo mejor. Sacaron una cuerda de las típicas de la comba, y empezaron a hacerla rodar. ¿Qué teníamos que hacer? Saltar a la comba con los patines. Si mal no recuerdo, al terminar el primero, no se metía nadie, así que entre yo. No recuerdo cuantos botes pegue, entre tanto 180º y saltos. También me intente hacer un 360º, pero no encontraba la estabilidad para hacerlo. Y bueno, después de que algunos valientes lo intentaran, tensaron la cuerda a una altura considerable para pasar por debajo de ella. Después, la pusieron para que la gente saltara, y mi grupo me intentaba convencer de que hiciera “mi salto”, y bueno, pedí que bajaran la cuerda para hacerlo, y el fotógrafo, (un muñeca cachonda) me pidió que lo repitiera para hacerle una foto. Luego, nos pusimos a dar vueltas por la plaza, ante la mirada atónita de decenas de personas.

Fue una gran noche, pero lo mejor de todo, la compañía, ya que sin ellas y el, nada hubiera sido, ni será lo mismo. Por lo tanto, dar las gracias a Carla, Marien y Dani. Y tampoco no me olvido de el resto, que no pudieron ir.

.Side.

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