lunes, 16 de abril de 2012

Pavías '12 (Parte II)

Salieron de casa. Tuvieron un viaje normal. Llegaron y comieron. Y empezaba su rutina, al igual que el viaje anterior, a descansar un poco y a leer. Y después de un rato, al frontón. Cena y parchís. La historia se repetía, pero esta vez, con su padre en el amarillo. Los dos estaban a punto de ganar, pero se decantó por el rojo. A dormir. En unas horas sería ese día que estaba esperando desde hacía un mes.

Al despertar, parecía como si no hubiera pasado nada de tiempo desde la última vez, como si el día anterior hubieran estado Alex, Carlos y Tamara allí con él. Pero no era así.
El cielo estaba negro, las nubes bajas... pero poco a poco, mientras desayunaba, veía por la ventana cómo se fue despejando y saliendo el sol. Como si nada quisiera fastidiarle el momento.
Se prepara todo lo necesario para ir, y se pone en marcha. Por el camino, se imagina que ellos también están ahí, siguiendo sus pasos, esperando por ver a dónde les lleva. Esta vez, gracias a la anterior, ya sabe de sobra hacía dónde dirigirse. Imagina que ya nunca se le olvidará.
Ahí está. La entrada a la cueva. Tantos días deseando volver ahí. Las sensaciones recorren cada centímetro de su cuerpo. Con total agilidad, consigue meterse por el pequeño agujero, y bajar hasta la cámara en cuya pared, están grabados los nombres de las personas que consiguieron llegar hasta ahí. Ya podía volver con total tranquilidad. 
Pero antes, por el camino, debía tocar la piedra blanca, como diciendo que ha vuelto, que el camino no ha podido con él. Ahora ya, se podía pasar tranquilamente la tarde leyendo y la noche leyendo. Solo 100 páginas.


Al día siguiente, la familia llega para pasar el día. Pero a él, la verdad, es que no le va a cambiar mucho la rutina. Lee un rato por la mañana, lentamente, para poder saborear las últimas páginas. Se para para comer, y vuelve. Es una pena, ya que cada página que pasa sabe que está a una menos de acabar. Cuando lee la última palabra, sabe que ese mundo ya se le ha acabado. Pero, al igual que al pueblo, puede volver cuando quiera. Solo le hace falta volver a abrir la cubierta, y se encontrará dentro de un extraño y maravilloso mundo, alejado de toda su realidad.

.Side 
>_< \m/

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