jueves, 24 de diciembre de 2015
Cuéntame un cuento! *o*
Érase una vez, vivía en un reino muy alegre y soleado una princesa, que debido a un accidente de carruaje se había quedado sin piernas. En una de sus noches de penuria, se fue al bosque levitando, para ahogar sus penas en alcohol. Cuando estaba bebiendo su tercera botella de zumo de frutas, apareció de la nada un feroz lobo, rugiendo y enseñando su brillante dentadura postiza. La princesa, asustada, sabía que no podía levitar debido al pedo que llevaba, y por supuesto, que no podía correr, así que en un acto de desesperación se encaró al animal:
- ¡Que lobo más feo!
- ¿De verdad? ¡Pues yo al menos tengo piernas!
Al escuchar semejante grosería, la princesa se enojó bastante. Con una rapidez increíble, se levantó la falda, se bajó las bragas, y agarró al lobo con el coño, retorciéndole el cuello hasta que se quedó morado y sin aliento.
La princesa pensaba que había salido victoriosa del encuentro, pero entonces, de detrás de unos matojos, unos agentes de greenpeace salieron a su encuentro. Le dijeron que la pena máxima por matar a un lobo parlante era hacer unas terribles y dolorosas cosquillas con plumas de elefante en los pies al asesino, pero, ya que la princesa no los tenía, decidieron que pegarle con una piedra en la cabeza hasta reventársela sería lo más lógico y aceptable. Y así, la pobre heredera al trono murió, dejando a sus padres muy felices, ya que no tendrían que ocuparse nunca más de su hija.
.Abel
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